ARGENTINA ORIGINARIA
Una tradición argentina
originaria consistía en darle a los chicos cinco ramas de árbol para que
planten, con el mandato de abandonar la tierra en el momento en que esas cinco
ramas sacaran raíces. Cada persona cuidaba sin faltar día esas ramas. A diario
introducían en la tierra sus manos en búsqueda de las raíces. En caso de
encontrarle a alguna rama su raíz, debían colocar una marca en la rama para
saber cuántas ramas faltaban echar raíces. Cuando todas habían prendido, el
cuidador debía irse. Pero un pequeño puso sus ramas en el desierto e
inmediatamente sacaron raíces las cinco ramas, por lo cual, debía abandonar el
lugar. No siendo su voluntad esa, en cambio, plantó cinco ramas más y se quedó.
No pasó mucho tiempo y salieron raíces. Volvió entonces a hacer lo mismo. Cada
vez las raíces tardaban más tiempo en salir. Y el muchacho, ahora grande,
conseguía quedarse en el desierto.
El desierto no quiere a ningún
habitante por eso hace las raíces, para que se vaya, pero insiste y hace oasis.
Por Karina Elizabeth Obertini